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Diálogo:
Solía tener mucho dinero, viajes, casas, autos lo tenía todo, todo lo que el dinero puede comprar pero uno de esos días como tantos, la bolsa de valores cayó y se quedó en la ruina. Los embargadores llegaron y se llevaron todas sus cosas, su auto, sus muebles, sus cuadros, sus cerámicas, su cama, su ropa, etc. Lo único que le quedó es un closet y un armador.
Es mi armador de la suerte, siempre está conmigo desde que me mudé de casa, dijo.
A pesar de todas las desgracias que le estaban sucediendo nunca se sentía totalmente derrotado, siempre se veía un poco de esperanzas en sus ojos y susurró:
- Ya que no tengo ropa ni una cama mataré dos pájaros de un tiro, así no se verá mi closet tan vacío. Y decidió subirse al único armador que le quedaba, como era pequeño y delgado no le fue muy difícil hacerlo y mencionó:
Si unos se cuelgan del teléfono, otros se cuelgan de la televisión, del chat, del mundo por qué yo no de un armador, igual es un objeto para colgar o, ¿no?
Y durmió y soñó recordando sus buenos días.
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